PANAMÁ, Panamá (The Christian Post / MundoCristiano.tv) Recientemente en Panamá, el diputado Marcos González presentó una propuesta de ley para reformar el artículo de la Constitución referente a la pena de muerte, desde luego, la inconformidad de organizaciones a favor de los Derechos Humanos, entre ellas la Iglesia Católica e Iglesias Evangélicas expresaron su desacuerdo, pues convienen en que el derecho a la vida es de suma importancia.
La propuesta de implementar la pena de muerte en el país centroamericano, según el diputado González, sería aplicable en casos de homicidio y genocidio, delitos contra la seguridad colectiva y violencia sexual.
El artículo 30 de la Constitución Panameña enmarca la prohibición de la pena de muerte, aunque también es incongruente a la declaración Universal de los Derechos Humanos del Hombre y convenios Internacionales de los que Panamá es parte, por lo que la polémica referente a este tema, es de suma importancia entre sectores sociales y protectores de los Derechos Humanos.
La Iglesia Católica emitió un comunicado referente al tema, pues creen que la propuesta demuestra una insensibilidad sobre la vida, algo que ellos creen “inhumano”, “Nosotros como Iglesia, creemos en el sentido profundo de la vida, por lo tanto, ningún estado tiene derecho de quitar la vida a nadie”, sin embargo no se oponen algunas especificaciones.
“La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar prejuicio”.
La Iglesia Católica reconoce el fundamento del derecho y deber de la autoridad para aplicar en casos de extrema gravedad la pena de muerte como última instancia, dependiendo la gravedad del delito.
A la vez proponen medios incruentos para proteger a la sociedad de los delincuentes.
“Si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de él el orden público y la seguridad de las personas, en tal caso la autoridad se limitará a emplear sólo esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana”.
Maribel Jaén, miembro de la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica comentó que algunas naciones abolieron la pena de muerte porque no hay solución a la disminución del crimen.
El defensor del pueblo, Patria Portogallo, y el anterior ocupante del mismo puesto, Ricardo Vargas se pronunciaron en contra de la propuesta.
“Esto es dar un paso atrás en el progreso democrático, no es la mejor manera de luchar contra el crimen”.
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